
Fuente: Prensa Obrera
ESPECIAL PARA EL SEGURO EN ACCIÓN.
POR JORGE RAPAN.
Después de mucho tiempo vuelvo a escribir en EL SEGURO EN ACCION, creación de un gran periodista, gran amigo y defensor de la actividad aseguradora como lo fue Raúl Carreira.
Nunca voy a decir que tiempo pasado fue mejor, pero evidentemente, hoy, la actividad aseguradora se pierde en expresiones de apoyo a la tecnología, a la inteligencia artificial, más artificial que nunca, y deja de lado enseñanzas sobre la importancia de quienes sostienen la actividad, los asegurados, que pagan las primas para ser atendidos cuando el riesgo por el que abonan los afecta.
El 17 de marzo de 1992, el terrorismo, ese oscuro reflejo de la humanidad, redujo a escombros el edificio de la Embajada de Israel, que virtualmente desapareció, sino a todos los inmuebles de la zona y por supuesto a las personas que transitaban tranquilamente ese martes soleado del otoño porteño.
Mientras varios aseguradores discutían si terrorismo si o terrorismo no, en general para ver como zafaban de las indemnizaciones, una aseguradora de primer nivel, La Buenos Aires Cía. Arg. de Seguros o simplemente LBA, al otro día del trágico atentado instaló escritorios en la calle Arroyo al 900 para atender a todos sus asegurados no solo para darles un adelanto de las indemnizaciones de sus pólizas sino y principalmente para hacerles sentir que su aseguradora estaba presente dando la debida contención y apoyo que toda persona necesita imperiosamente cuando es afectada por una tragedia semejante.
Este mes cumplo sesenta años ininterrumpidos en el mercado asegurador argentino y no recuerdo una acción igual desde esa fecha hasta hoy.
Y porque comienzo hablando de este atroz siniestro y que relación tiene con la explosión y posterior incendio ocurrido el 14-11-25 en el Parque Industrial de Ezeiza, por todos conocido.
Mientras leo, en las noticias y en las redes, me invade la sensación que la mayoría de los opinantes sobre este desastre se han detenido, y con razón, en los alcances de las pólizas de responsabilidad civil y sus sumas aseguradas.
Todavía no he visto o no me he enterado, que las aseguradoras involucradas en dicho estrago aparecieran por lo menos en los medios llevando tranquilidad a sus asegurados e imitando la actitud que en el pasado, 1992, tuvo la aseguradora nombrada. Si se lee que están trabajando los peritos, siempre los peritos…. No digo que no sean necesarios, por supuesto que es necesario el análisis de todo el siniestro, pero insisto, porque no empiezan a adelantar indemnizaciones del daño directo del cual no hay ninguna duda.
Como, para mí, en el daño directo, INCENDIO Y EXPLOSION no hay discusión, me parece que las aseguradoras deberían adelantar por lo menos el 50% de las sumas que tienen contratadas sus asegurados. Supongo y espero que varios colegas estén trabajando en esto y muy bienvenido sea.
A mí me preocupan muchísimo más las pérdidas materiales, que, por ser una explosión seguida de fuego, sin duda están amparadas por las pólizas de incendio y/o todo riesgo operativo que imagino todos los afectados tendrían.
Pero creo que esta vez va a ser muy notoria, la falta de la cobertura de INTERRUPCION DE LA EXPLOTACIÓN GASTOS FIJOS. Nunca como esta vez, por la magnitud del evento, se nota la necesidad impostergable de contratar esta póliza o adicional de póliza
Están hablando de varios meses SIN PRODUCCION y me pregunto, quién va a atender los sueldos de los dependientes que acaban de perder, aunque sea provisoriamente, pero por largo tiempo, sus ingresos mensuales que le daban la posibilidad de subsistir a él y a su familia. Y ni hablar de los intereses de préstamos, alquileres, etc, que cada empresa abonaba periódicamente.
Y lo que también me inquieta, ya lo he leído en algunos periódicos, es que las «autoridades» estén hablando de ver como ayudamos a las empresas afectadas por el siniestro. Creo que NO DEBEN SER AYUDADAS de ninguna manera, PERO SI SUS DEPENDIENTES por lo menos durante seis meses con el salario que percibían.
No puede ser que para hacer frente a estos eventos y habiendo respuesta total y absoluta desde el lado de la industria aseguradora, SIEMPRE aparece el estado diciendo voy a ayudar porque los empresarios no cumplen con su obligación primordial que es proteger sus bienes, el de los terceros y principalmente el de sus empleados a partir de las pólizas de seguros que ofrece el mercado argentino.
Espero que esta vez los empresarios ESCUCHEN a sus asesores de seguros y si estos no les ofrecen un plan de seguros integral entonces no son los profesionales que necesitan y lo mejor sería que escuchen otras voces.
No es para mal de ninguno sino para bien de todos.
Jorge Rapan
P.A.S. Mat. S.S.N. 30763
Licenciado en Administración
Analista de Riesgos PAS – Seguros Patrimoniales y R.C.
